Entender a nuestros perros es muy importante para conseguir una buena convivencia positiva y crear un vínculo especial con ellos. La mala comunicación en muchas ocasiones conlleva a conductas no deseadas principalmente causadas por la falta de entendimiento del lenguaje no verbal o corporal de los canes por parte de los humanos.
A continuación, detallamos algunas señales que nos pueden ayudar a entenderlos mejor:
Cuando un perro tiene miedo
Hay actitudes inequívocas en el perro cuando están temerosos, las más comunes son:
Esconderse en un lugar seguro, temblores, jadeos, salivar más de lo habitual, hacerse pis, meter la cola entre los francos, o incluso a veces se comportan de forma agresiva, con el pelo erizado con las pupilas dilatadas.
Otros gestos que puedes detectar en su cara, cabeza y en el cuerpo pueden ser: bajar la cabeza, cerrar el hocico, echar hacia atrás las orejas o encorvar el lomo.
Un perro muestra sumisión
Observarás en él varios gestos corporales como:
Las orejas las tiene hacia atrás.
Comprobarás que evita la mirada directa.
Permanecerá muy quieto tumbado o en posición sentada.
Se tumbará en el suelo para que le frotes la barriga si lo que quiere son muestras de cariño.
Si quiere mostrarte que no se encuentra seguro reproducirá ruidos agudos.
Cuando tu perro está enfadado
Algunas de las señales más fáciles de identificar cuando tu perro está enfadado:
Nos ignora la mirada y pasa de nosotros.
Bosteza continuamente, es una señal de ansiedad, estrés y enfado.
Cuando tiene el rabo rígido pero escondido es una señal de que esta en modo agresivo.
Estará muy enojado si tiene las orejas echadas hacia atrás y la cabeza hacia abajo, hocico cerrado y muy apretado.
A través de la mirada también puedes ver cuando está enfadado, notarás una mirada distinta a la habitual.
Cuando un perro lame continuamente los labios también es una muestra de enojo.
Un perro también gime o gruñe como una clara muestra de enfado, y de molestia.
Si el enfado crece levantará su cola.
Enseñará sus dientes y encías.
Arrugará su hocico y fruncirá el ceño.
Se erizará la espalda.
Cuando un perro quiere jugar
El recurso más fácil para mostrar que quiere jugar, será por el meneo de su cola, en ocasiones acompañado de ladridos y movimientos de cabeza.
En esos momentos no paran quietos, bajan y levantan la cabeza, dan vueltas e incluso se te meten entre las piernas.
Agarran objetos con el hocico para invitarte a jugar.
Otro gesto que puedes identificar cuando desean jugar es el llamado “play bow”, que es cuando levantan el trasero y agachan la parte delantera.
Un perro es dominante
Podemos diferenciarlo del resto por comportamientos propios:
El perro dominante muestra la barbilla más alta.
Saca pecho, levanta la cola y adopta una postura
A un can dominante respecto al resto, se le diferencia por los gestos que hace con la cabeza, la cola y el cuerpo.
El perro dominante levanta su cabeza, con la barbilla adelantada.
Defiende a su dueño.
Gruñe para reclamar las cosas o para imponerse.
Salta encima o sube la patas o se echa encima de las personas.
Empuja a la gente.
Se adueña de los enseres de sus amos, como el sillón
o la cama.
Ladra y gruñe a todo el que rodea a su amo.
Siempre quiere ir un paso por delante y tira fuerte de la correa.
No obedece.
Un perro reclama cariño
Si se acerca con las orejas hacia atrás y te pone cara triste.
Se tumba panza arriba para que le acaricies.
Se acercará con sus orejas hacia atrás si te pide mimos y se encuentra tristón.
- Muestras de que quiere que sigas dándole mimos:
Ojos entrecerrados con mirada relajada.
Si paras de acariciar y sigue buscándote.
- Señales de que no quiere más:
Evita mirarte de frente y se da la vuelta.
Se lame el hocico.
Da bostezos.